El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Comisión Permanente de Equidad de Género de la Cámara de Diputados impulsan una mayor participación de las mujeres en política, de cara a las elecciones de 2016. El objetivo de ambas instituciones es garantizar que los intereses de las mujeres estén bien representados en las instancias de poder para fortalecer la democracia con acciones que promuevan la igualdad a través del programa Diálogo Político de Género.
El proyecto promueve la formación a mujeres políticas y aspirantes a cargos, y mesas de diálogo con diferentes sectores como medios de comunicación, partidos políticos, altas cortes, sociedad civil y empresas privadas para lograr acuerdos sobre la paridad o en su defecto el cumplimiento de la cuota de participación establecida por ley.
En este contexto, se auspiciaron conversatorios y talleres encabezados por el representante residente del PNUD, Lorenzo Jiménez de Luis, la diputada Magda Rodríguez Azcona, presidenta de la Comisión de Género de la Cámara de Diputados; Raissa Crespo, oficial de género del PNUD y la experta en comunicación política y género, Virginia García Beaudoux.
Los talleres y conversatorios estuvieron dirigidos a periodistas, encargadas y encargados de Relaciones Públicas de los partidos políticos y el Congreso; y a diputadas y senadoras. En las jornadas de formación se hizo énfasis en los estereotipos que los medios de comunicación transmiten sobre las mujeres en posiciones de poder.
La oficial de género del PNUD, Raissa Crespo, destacó que no se quieren lograr las cuotas mínimas, sino la paridad con el fin de fortalecer la democracia del país. “El hecho de que las mujeres ocupen solo cuatro de las 32 senadurías y 40 de las 190 curules en la Cámara Baja nos hace reflexionar sobre los retos que todavía tienen las mujeres dominicanas para que sus intereses se encuentren bien representados en las altas instancias de poder” enfatizó Crespo.
El papel de los medios de comunicación
García Beaudoux explicó que las personas relacionan el liderazgo con características que se consideran típicas masculinas, tales como la agresividad o la competitividad y que, en cambio, ninguno de los rasgos del estereotipo femenino se asocian con liderar.
Esos y otros sesgos culturales son reforzados y amplificados tanto por las informaciones como por las secciones dedicadas a la cultura o al entretenimiento.
Dijo que es necesario evitar que los prejuicios impidan que la gente escuche y valore el discurso y las propuestas de las mujeres políticas. La experta propone que los medios “reencuadren la información”, es decir que contemplen una variedad de perspectivas que no estigmaticen a las mujeres.
La experta destacó la situación de desventaja en la que se encuentran las mujeres tanto en América Latina como a nivel global.
En la región, el 51% de la militancia de los partidos políticos está compuesta por mujeres. Pero estas solo ocupan el 16% de las presidencias o secretarías generales de los partidos. Luego, esa realidad se refleja en los espacios de toma de decisión mundial, puntualizó la experta y lo ilustró con el ejemplo del Foro Económio Mundial de Davos: el 85% de los 2500 líderes del mundo financiero, empresarial y político que acudieron eran hombres y solo el 15% mujeres.
Fuente: www.do.undo.org