Una decena de Estados de América Latina tienen una mujer como número dos del Ejecutivo, pero no hay ni una presidenta en toda la región.

Colombia va a marcar un hito con la primera mujer vicepresidenta en su historia. La llegada de la exministra Marta Lucía Ramírez al cargo el próximo agosto confirma una tendencia en América Latina, donde la presencia femenina sigue extendiéndose en primera fila de la política, pese a que en estos momentos no hay ninguna presidenta. Con el final del segundo mandato de Michelle Bachellet en marzo pasado se cerraba una etapa en la región en la que llegaron a coincidir cuatro mujeres en al frente de sus países. El peso de la vicepresidencia depende de cada país, pero las candidaturas paritarias —cada vez más frecuentes, en un momento en el que el feminismo retoma fuerza— abren un espacio público que da visibilidad a la mujer en un ámbito todavía copado por hombres.

Con perfiles y trayectorias muy diferentes, en América Latina hay más de una decena de vicepresidentas. “Algunas están porque han hecho carrera política y era una consecuencia lógica que estuvieran ahí y hay otras que han sido nominadas en las fórmulas porque hay una suerte de tendencia de que es políticamente correcto”, reflexiona la profesora de la Universidad de Buenos Aires Virginia García Beaudoux, que destaca el largo recorrido de la vicepresidenta de su país, Gabriela Michetti. En Venezuela, país sumido en una grave crisis, la semana pasada el mandatario Nicolás Maduro, en un cambio de timón de su Gobierno, designó a la excanciller, Delcy Rodríguez, como su mano derecha. En el caso de Colombia, los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta —el conservador Iván Duque y el exalcalde de izquierda Gustavo Petro— contaron con una mujer como aspirante a la vicepresidencia. Beaudoux, consultora política especialista en asuntos de género y autora del libro ¿Quién teme el poder de las mujeres?, ve en algunos de los tándems políticos en la región cierta “hipocresía de una sociedad machista”, pero cree que sea cual sea el motivo hay que «aprovechar toda la visibilidad, ocupar todos los espacios que se puedan ocupar». «Creo que es un avance de todas las maneras».

“El protagonismo femenino en la política en Latinoamérica es creciente”

El poder y las funciones del puesto de la vicepresidencia varían mucho de país en país, en Colombia es una figura más diplomática, explica el investigador de América Latina del Real Instituto Elcano, Carlos Malamud. En otros casos, puede ser una figura de mucho peso, como sucede en Nicaragua con Rosario Murillo, aunque su importancia, matiza, «no viene de su cargo sino de su relación familiar con el presidente, replicando un patrón negativo en la región, la cuestión matrimonial como vía de acceso”. Malamud destaca la presencia de las políticas en otros ámbitos y pone como ejemplo el apoyo decisivo de las diputadas en el debate de la despenalización del aborto en Argentina. «Depende de cada caso, lo que es verdad es que el protagonismo femenino en la política latinoamericana es creciente», asegura.

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