Todos los días una entrevista para pensar el mundo después de la crisis creada por el Covid-19. Virginia García Beaudoux nos relata su visión como consultora en comunicación política y especialista en género. Actualmente, trabaja con mujeres de 16 países de América Latina y Europa para ONU Mujeres, PNUD y la OEA.

¿Qué pensás de la situación actual y cómo te imaginás la sociedad del futuro?

Es probable que no volvamos al mundo tal como lo conocimos. Esta crisis no representa una oportunidad, pero aun así creo que seremos capaces de capitalizar algunas lecciones aprendidas. Desde el punto de vista de la comunicación política, que es mi área de expertise, hay fundamentales lecciones aprendidas para la comunicación gubernamental de crisis, tanto dirigida a la prevención de situaciones como a la modificación de comportamientos. Aprendizajes que serán importantes para afrontar crisis como la actual en la que el riesgo máximo es la pérdida de vidas, pero en las que también hay que vencer fuertes barreras psicosociales para que, por ejemplo, la ciudadanía acate medidas como las cuarentenas.

Creo que tres aprendizajes clave para el futuro desde la perspectiva de la comunicación de crisis de gobierno serán: manejar los tiempos sin anticipación ni retrasos en el anuncio de medidas; manejar el lenguaje con el que se difunde la información para que sea amigable, pedagógica y claray manejar con precisión las emociones que se trabajarán desde la comunicación con el objetivo de modificar conductas de la población. En otro orden, también de cara al futuro, los gobiernos deberán replantearse sus prioridades sanitarias, porque es altamente probable que este tipo de pandemias se repitan, y ahí se verá cuánto somos capaces de aprender de las experiencias.

¿Qué cambios políticos esta crisis traerá aparejados ?

Para hacer frente a los cambios políticos y a las consecuencias sanitarias y económicas que esta crisis traerá aparejados, es fundamental y necesario incluir la participación y la perspectiva de las mujeres lideresas y dirigentes políticas en la toma de decisiones, para mejorar la eficiencia, el alcance y la calidad de las intervenciones.

Tal como indica ONU Mujeres, se requiere una respuesta que contemple los impactos específicos y diferentes que el COVID-19 tiene para las mujeres. En América Latina, las mujeres son casi el 75% de las personas que trabajan en el sector sanitario y social. Su rol como profesionales de la salud sumado a que la mayoría de las personas voluntarias comunitarias son mujeres, las expone a un mayor riesgo de contagio. Las mujeres se verán también más afectadas por el impacto económico, dado que trabajan más en empleos informales y las cuarentenas pueden impedirles cubrir las necesidades básicas de su grupo familiar. Las crisis aumentan el riesgo de las mujeres a sufrir violencia doméstica: la mayoría de las situaciones de violencia de género ocurren en el hogar y se incrementan cuando los hogares están bajo tensión. La salud de mujeres y niñas puede verse afectada por el impacto de un factor adicional: cuando los servicios de salud sufren sobrecarga se desvían recursos esenciales de la atención médica pre y pos natal, como así también de las áreas de salud sexual y reproductiva.

Las mujeres deben participar en igualdad de condiciones en la toma de decisiones en respuesta a la crisis. Evitemos que nuestros sesgos inconscientes de género nos lleven a asumir que las mujeres están menos preparadas que los hombres para liderar en una crisis. No subestimemos ese factor como una barrera muy importante a derribar. El informe más reciente de PNUD sobre perspectivas de desarrollo humano, evidencia que, debido a los roles sociales, los prejuicios, los estereotipos y los sesgos de género, aun en 2020 más de 47% de la población del mundo mantiene la creencia de que los varones son mejores líderes políticos.

La respuesta al COVID-19 necesita sumar perspectiva de género y mujeres a los equipos que toman decisiones. El costo de no incluirlas es que se consideran menos opciones y se cometen más errores. Necesitamos incluir la diversidad y el liderazgo de las mujeres. No hay excusas para no hacerlo.

Fuente: cheek.com.ar

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